viernes, 16 de septiembre de 2016

Normas de urbanidad de George Washington

Normas de urbanidad


Pasan los siglos… pero, me parece, siguen vigentes…

“Normas de urbanidad de George Washington” (1745 – “Cimientos de una sólidaeducación del carácter de un joven del siglo dieciocho”)

1 – Cada acto debe trasuntar respeto por los presentes.

2 – En presencia de otros, no canturrees en voz baja, ni tamborilees con los dedos ni los pies.

3 – No hables cuando otros hablan, no permanezcas sentado cuando otros están de pie; no camines cuando otros se detengan.

4 – No des la espalda a los demás, y menos cuando hablas; no muevas la mesa o el escritorio donde otro lee o escribe, no te apoyes en nadie.

5 – No seas lisonjero, ni bromees con nadie que no esté de ánimo para bromas.

6 – No leas cartas, libros ni papeles en compañía, pero cuando sea preciso hacerlo, debes pedir permiso. No te acerques a los libros ni escritos de nadie para leerlos sin autorización, ni fisgonees cuando otro está escribiendo una carta.

7 – Que tu semblante sea agradable, pero que demuestre gravedad ante asuntos serios.

8 – No demuestres satisfacción ante el infortunio de otro, aunque se trate de tu enemigo.

9 – Los que gozan de título o posición tienen precedencia en todas partes, pero mientras son jóvenes deben respetar a quienes son sus iguales por su nacimiento o por otras cualidades, aunque no ocupen cargos públicos.

10- Es de buena educación ceder la palabra a nuestrosinterlocutores, especialmente si gozan de rango superior, y nunca debemos ser los primeros en interpelar a los mismos.

11- Que tu plática con hombres de negocios sea breve y al punto.

12- Al visitar a los convalecientes, no asumas el papel de médico si no te corresponde.

13- Al escribir o al hablar, dirígete a la persona por su título debido, de acuerdo con su grado y las costumbres del lugar.

14- No discutas con tus superiores, y siempre presenta tusopiniones con modestia.

15- No procures ser maestro de tus iguales en las artes que profesan, pues pasarás por arrogante.

16- Cuando un hombre hace todo lo que puede, aunque no logre tener éxito, no lo culpes por su intento.

17- Cuando debas aconsejar o recriminar, considera si es pertinente que se haga en público o en privado, de inmediato o en otra ocasión, y también cuáles son las palabras atinadas; y al reprender no muestres signos de cólera, sino actúa con reserva y moderación.

18- No te mofes de asuntos de importancia, no hagasburlas mordaces ni hirientes, y si haces gala de ingenio, no te rías de tus propias palabras.

19- Cuando reprendas a otro procura ser intachable, pues el ejemplo es más elocuente que la exhortación.

20- No emplees palabras hirientes contra nadie, ni juramentos o escarnios.

21- No te apresures en creer rumores en detrimento de otras personas.

22- Sé discreto en tu atuendo, y procura respetar la naturaleza antes que suscitar admiración. Sigue la moda de tus iguales, tal como sea pertinente respecto del tiempo y lugar.

23- No te comportes como un pavo real mirándote sin cesar para ver si estás presentable, si el calzado te sienta bien, si tus calzas están bien ceñidas o si tus ropas son elegantes.

24- Júntate con hombres de calidad si estimas tureputación, pues más vale estar solo que mal acompañado.

25- Que en tu conversación no haya malicia ni envidia, y así manifestarás ser de natural afable y ponderable; en las causas apasionadas permite que se imponga la razón.


26- No cometas la impudicia de urgir a tu amigo a revelar un secreto.

27- No digas bajezas ni frivolidades entre hombres adultos y educados, ni cosas dificultosas entre ignorantes, ni cosas difíciles de creer.

28- No hables de temas sombríos en tiempos de alegría ni a la mesa; no hables de cosas melancólicas como muerte y heridas, y si otros las mencionan, procura cambiar la conversación. No reveles tus sueños, salvo a tus amigos más íntimos.

29- No bromees cuando no hay ánimo para el jolgorio. No rías a carcajadas, y nunca rías cuando no es apropiado. No te burles de los infortunios de nadie, aunque parezca existir un motivo.
30- No digas palabras injuriosas, ni en broma ni en serio. No te mofes de nadie aunque te den la ocasión.

31- No seas atolondrado, sino afable y cortés, el primero en saludar, oír y responder, y no seas retraído en momentos de platicar.

32- No te apartes de los demás, pero no abuses de su confianza.

33- No vayas donde no sabes si serás bien recibido. No des consejos sin que te los pidan, y cuando sea pertinente darlos, sé conciso.

34- Si dos personas riñen, no tomes partido en forma incondicional, y no seas obstinado en tus opiniones; en asuntos indiferentes toma partido por la mayoría.

35- No reproches la imperfección ajena, pues eso corresponde a padres, maestros y superiores.

36- No mires los defectos ajenos, ni preguntes de dónde vienen. No cuentes a cualquiera lo que has confiado en secreto a tu amigo.

37- En compañía no hables en lengua extranjera sino en la propia, y la que hablan gentes de calidad, no el vulgo. Trata con seriedad los asuntos sublimes.

38- Piensa antes de hablar, no pronuncies incorrectamente, no hables de prisa, sino ordenada y claramente.

39- Cuando otro habla estate atento y no molestes al público. Si alguien vacila al hablar, no lo ayudes, ni le des sugerencias que no te han pedido; no lo interrumpas ni le respondas hasta que haya terminado de hablar.

40- Trata de negocios en el momento adecuado, y no murmures delante de los demás.

41- No hagas comparaciones, y si alguno de los presentes es elogiado por un acto virtuoso, no elogies a otro por lo mismo.

42- No repitas rumores si desconoces la verdad. Al hablar de cosas que has oído, no siempre nombres a quien las refirió. Nunca reveles un secreto.

43- No te inmiscuyas en asuntos ajenos, ni te acerques a quienes hablan en privado.

44- No emprendas lo que no puedes realizar, pero procura cumplir tuspromesas.

45- Cuando expongas una cuestión, hazlo sin apasionamiento, ni indiscreción, sin importar la calidad de la persona a que te dirijes.

46- Cuando tus superiores hablan con cualquiera, óyelos; no hables ni te rías.

47- En las disputas, no lleves tu afán de imponerte al extremo de negar a otro la libertad de expresar su opinión y sométete al arbitrio de la mayoría, especialmente si son jueces de la disputa.

48- No seas tedioso en tu conversación, no hagas muchas disgreciones, no repitas con frecuencia el mismo asunto.

49- No hables mal de los ausentes, pues es injusto.

50- No te enfades a la mesa, y si tienes razón para el enfado no lo demuestres; presenta un semblante jovial, especialmente si hay extraños, pues el buen humor hace de cualquier plato un manjar.

51- No ocupes la cabecera de la mesa, pero si te corresponde o lo pide el dueño de casa, no te opongas, para no molestar a los presentes.

52- Cuando hables de Dios o sus atributos, hazlo con seriedad, reverencia y honor, y obedece a tus padres naturales.

53- Que tus esparcimientos sean viriles, no pecaminosos.

54-Trabaja para mantener viva en tu pecho esa pequeña chispa de fuego celestial llamada conciencia.”

No hay comentarios.:

Publicar un comentario